jueves, 9 de febrero de 2017

24. Los Magos, de Lev Grossman

Datos del libro
- Género: fantasía
- Editorial: Ediciones B (Barcelona, España)
- Año: 2015
- Páginas: 490

Sobre el autor
Lev Grossman nació en Lexington (Massachusetts, EEUU) en 1969. Proveniente de una familia prolíficamente artística (ya que su padre es poeta, su madre novelista, su hermano gemelo diseñador de videojuegos y también escritor y su hermana mayor escultora), Lev terminó sus estudios en Literatura en 1991 en la Universidad de Harvard, y después hizo un curso de Literatura Comparada en Yale (aunque acabó abandonándolo).
Ha trabajado como periodista y escrito artículos para The New York Times, The Wall Street Journal, Time Out New York y TIME, entre otros.
Su primer libro publicado fue Warp (1997), que iba sobre la vida de un veinteañero que no distinguía bien entre la realidad y Star Trek. Le siguió el thriller Codex (2004), sobre un banquero al que se le encarga hacerse cargo de la biblioteca de un cliente que guardaba un gran número de extraños libros. Los Magos (The Magicians), su primera novela de género fantástico, vio la luz en 2009.

Argumento
Quentin Coldwater es un muchacho de Brooklyn con gran talento aunque algo tímido, obsesionado con una saga de libros sobre un mundo mágico llamado Fillory desde que los leyó por primera vez a una tierna edad, con unos padres que no le dan el afecto ni la atención esperada, y enamorado en secreto desde hace tiempo de su mejor amiga Julia (cuyo novio, James, también resulta ser un buen amigo suyo). En el momento en que comienza esta historia, Quentin está a punto de tener una entrevista de ingreso gracias a la cual pueda estudiar en una buena universidad. Sin embargo, le resultará imposible prever la cantidad de grandes cambios que van a sucederse en su vida desde ese mismo momento.
Para empezar, al llegar al domicilio del entrevistador, se encuentra en su interior con el cuerpo inmóvil y sin vida de éste. Tras llamar a urgencias, una joven y peculiar sanitaria entrega un sobre a Quentin el cual, una vez lo ha abierto en la calle, contiene ni más ni menos que el sexto e inédito libro de Fillory. De entre sus páginas sale volando una nota que Quentin sigue con tal de cogerla, pero sin darse cuenta se ve transportado muy lejos de Brooklyn, a un lugar conocido como Brakebills en donde le hacen un examen bastante extraño cuyo resultado resulta serlo aún más: Quentin es un mago, y como tal en lugar de ir a la universidad como la gente normal se quedará allí en Brakebills para aprender a controlar y desarrollar sus hasta ahora desconocidas capacidades. En ese lugar también conocerá a quienes formarán su grupo de amigos y aliados para las futuras adversidades: Eliot, Janet, Josh, Penny y, en especial, Allice.
Todos y cada uno de ellos se enfrentarán a peligros cuya existencia se ve posibilitada por la magia, como es el caso de la terrible y misteriosa entidad conocida como La Bestia.

Comentarios y conclusiones
Todo empezó cuando en uno de mis muchos ratos libres que tuve durante la primavera de 2016 descubría que se estrenaba una nueva serie de televisión de fantasía llamada The Magicians. Era interesante, si bien tenía sus fallos, sobre todo el hecho de que de un episodio a otro había poca cohesión y apenas se daban explicaciones de muchas de las cosas que sucedían (lo que en parte dificultaba el comprender de qué iba o qué caminos iba a tomar el argumento principal). No obstante, justo en el final de la primera temporada esos fallos parecieron corregirse, siendo para mí además un episodio bastante bueno. Al poco de acabar de ver la serie, descubro que ésta venía a ser una adaptación del libro del mismo título de Lev Grossman, y, tras preguntar ocasionalmente en librerías especializadas y obtener respuestas negativas, hasta el pasado invierno no tuve oportunidad de adquirirlo y de empezar a leerlo, y en verdad he de agradecer bastante que no dudase en coger el libro de la estantería, comprarlo y empezar a leerlo nada más llegué a un sitio cómodo en el que comenzar tranquilamente con su lectura, y al pasar su última página aprecié lo reveladora y gratificante que había sido.
Sucede que en el largo duelo entre libro y su respectiva adaptación televisiva/cinematográfica, en esta ocasión vuelve a ganar el primero, y es que la serie The Magicians en poco ha respetado la obra original de Lev Grossman: había eliminado personajes, otros los había cambiado en varias cosas y en consecuencia tenían poco que ver con los originales, y otros en cambio venían a ser pura creación del guionista.
No entraré en más detalles. Si digo que la lectura de Los Magos fue reveladora y gratificante es por el contrastado hecho de que con lo mejorable que era la serie, el libro en cambio es bastante bueno, y desde luego que esta consideración no está exenta de razones.
Empecemos.
La prosa de Grossman es amena y fluida. En todo momento el lector se encontrará bien ubicado en la historia, sin preocuparse nunca de perderse (a diferencia de lo que pasaba con la serie), algo que cabe apreciar ya que la trama del libro se desarrolla en un espacio de tiempo de entre cinco y seis años.
Ésto es gracias sobre todo a descripciones que resultan detalladas y para nada lentas o tediosas, en las que se ve bien claro el talento narrativo de Grossman, permitiendo además una buena profundización de los personajes, su carácter y las sensaciones que tiene Quentin, por ejemplo, ante las situaciones estrafalarias en las que se verá metido ocasionalmente, solo o junto a sus amigos.
Todo cuanto se cuenta en Los Magos tiene su razón de ser y un motivo dentro de la trama, no están ahí gratuitamente ni tampoco se tratan de párrafos de los que uno descubre que puede prescindir en su lectura pues resultan ser paja con la que el escritor pretendió engordar su libro, sino que guardan relación con los protagonistas y su trasfondo.
Además, no menos importantes son los diálogos, otro pilar fundamental del genio narrativo de Grossman. Tienen un lenguaje actual y moderno, claro y directo, sin tabúes ni censuras, que junto con las descripciones colaboran tanto en la fluidez de la narración y del tránsito de la historia así como en la forma no sólo de acercarnos y conocer mejor a los personajes sino de que éstos se muestren como son en mayor o menor medida a los lectores.
Y es que los personajes de Los Magos en su conjunto se trata de otro punto fuerte de este libro, muy bien definidos y caracterizados. No se mantienen igual desde que aparecen hasta que llegas a la última página del libro, hay una notable y bien elaborada evolución en muchos de ellos, y del grupo de amigos que Quentin forma en Brakebills podemos apreciar cómo sus miembros se contraponen en mayor o menor medida unos a otros pero también se complementan.
Son ante todo, y ésto es algo que quiero recalcar; humanos. Con ésto quiero decir que para nada son los típicos héroes modélicos y cuasi-perfectos de novela de fantasía, sino personas que por mucha magia que usen vienen a ser como el resto de la gente: con sus talentos y sus deficiencias, sus pasiones y sus vicios, sus deseos y sus inseguridades, sus aciertos y sus errores. En especial éstos últimos, ya que me atrevería a decir que la historia de Los Magos se vertebra en parte por los errores que llegan a cometer los protagonistas (en especial Quentin).
En cuanto al mundo, en un principio da la impresión de que con Los Magos Lev Grossman pretendía escribir una especie de versión cínica de Harry Potter dirigida a un público más mayor que el que disfrutó con los libros del célebre mago británico. Pero la verdad es que definir Brakebills como la versión americana de Hogwarts es simple y no se corresponde con la historia.
Para empezar, la magia que allí estudia Quentin no entiende de varitas, es bastante compleja y entraña muchas pruebas, riesgos y amenazas, por lo que ha de ser usada con precaución, concentración y conocimiento de lo que se está haciendo, y los estudiantes de Brakebills no se hallan divididos en ningún tipo de casa con un escudo heráldico representativo sino en las diversas especialidades mágicas a las que se dedicarán una vez lo descubran tras una especie de examen que hacen a finales de su segundo curso.
También es muy peculiar Fillory, el mundo mágico que poblaba las fantasías de Quentin desde pequeño, y que, con sus animales parlantes, sus criaturas mitológicas y sus hechiceros; resulta ser una suerte de fusión o mezcla entre Narnia y Dungeons and Dragons. En este tipo de cosas del universo de Los Magos se aprecia cómo en ellas se encuentran a veces referencias que, de una manera u otra; el autor hace de otras obras bien conocidas de la literatura fantástica.
Por todo cuanto he dicho hasta aquí, para con Los Magos de Lev Grossman tengo un veredicto bastante bueno, pues se trata de un libro que, aunque en mi opinión no marca ningún antes ni ningún después en la literatura fantástica, sí trae una historia fuera de lo habitual que hay en el género, muy amena, interesante y original como poco.

viernes, 3 de febrero de 2017

23. El jardín de Suldrun, de Jack Vance

Datos del libro
- Género: fantasía
- Editorial Gigamesh (Barcelona, España).
- Año: 2016
- Páginas: 420

Sobre el autor
John Holbrook Vance (más conocido por su peudónimo de Jack Vance) nació en San Francisco (California, EEUU) el 28 de agosto de 1916, y falleció en Oakland el 26 de mayo de 2013.
Estudió Ingeniería, Física, Periodismo e Inglés en la Universidad de California, Berkeley (graduándose en 1942), y trabajó por un tiempo como electricista en los astilleros de Pearl Harbor, abandonando esa ocupación un mes antes de producirse el ataque a ese sitio por parte de las fuerzas aéreas japonesas el 7 de diciembre de 1941. Más tarde, en 1943 se enroló en la marina mercante.
En cuanto a su obra, Vance comenzó a escribir en 1940, durante su etapa de vida universitaria. Su primer libro en ser publicada fue La Tierra Moribunda (1950).
Jack Vance es uno de los autores más reconocidos de fantasía y ciencia ficción del siglo pasado, y entre su círculo cercano de amigos se encontraban otros célebres escritores del género como Poul Anderson y Frank Herbert. De su amplia obra cabe mencionar por ejemplo sagas como la de La Tierra Moribunda, Ciclo de Tschai, Los príncipes demonio, Lyonesse (cuyo primer libro se publicó en 1983), entre otros.

Argumento del libro
Con El jardín de Suldrun da comienzo la trilogía de Lyonesse. Suldrun es la hija primogénita de Casmir, el ambicioso rey de Lyonesse, quien planea someter y conquistar a los demás reinos de las Islas Elder y convertirse así en el único y supremo monarca de ese archipiélago que en otro tiempo se situaba no muy lejos de las costas del golfo de Vizcaya. Por supuesto, para el cumplimiento de dichos planes la princesa Suldrun constituye una pieza esencial, en vistas a la conformación de alianzas políticas con algún reino mediante el matrimonio. Sin embargo, ella rechaza las imposiciones de su padre, por lo que éste, harto de la rebeldía de su hija, la manda confinar en un jardín que hay en una parte del castillo y que era frecuentemente visitado por Suldrun desde su tierna infancia. Durante su cautiverio, Suldrun se encuentra un día con un náufrago que resulta ser el príncipe Aillas de Troicinet, y el amor surge entre ambos. De esa unión nacerá un niño llamado Dhrun.
Sin embargo, el destino es adverso a los protagonistas, pues Casmir descubre el romance y, antes de que nazca el niño, manda encerrar a Aillas. Posteriormente, Suldrun ha conseguido ocultar el nacimiento de su hijo a su padre a duras penas, pero también acaba siendo descubierto, aunque ése no será el principal contratiempo ya que resulta que Dhrun ha sido capturado por las hadas del bosque y reemplazado por una de ellas. De esta forma, cuando Aillas consigue escapar de prisión tendrá que realizar un largo viaje en busca de su hijo.

Comentarios y conclusiones
Empecemos con la prosa. La  narrativa de El jardín de Suldrun podría calificarse bien como muy de su tiempo, en cuanto a que sus diálogos son sencillos y las descripciones detalladas y ocasionalmente amplias. Sin embargo, ha sido en el carácter de la prosa de Jack Vance, en su estilo y en su forma de contar las cosas en los que he visto las mayores objeciones e inconvenientes para con este libro.
Antes de seguir con ésto creo conveniente decir que El Jardín de Suldrun ha sido lo primero que he leído de Vance, por lo que ignoro si de lo que voy a hablar a continuación es algo bastante común y propio en toda la obra de este autor.
El caso es que, entre esos diálogos sencillos que los personajes suelen tener entre ellos, y las detalladas descripciones, ya sean de lugares o bien de las circunstancias políticas (pues lo digo ya, si bien en breve retomaré este aspecto: Jack Vance contextualiza bastante bien la historia) y demás, me he encontrado con un defecto por desgracia constante a lo largo del libro, y es la simpleza con las que son narradas muchas situaciones y escenas, algo que llegó a ser muy frustrante durante mi lectura.
Con la simpleza me refiero a que ante unos sucesos no se cuenta ni lo más mínimo sobre los pensamientos, las impresiones o los sentimientos que los personajes tienen al respecto, lo que provoca que el impacto que dicha situación pudiese haber causado en el lector pierda bastante peso, por el mero hecho de no haber profundizado en esos aspectos. Tal fue es el caso, por ejemplo, que durante la búsqueda de Aillas, algunos de sus compañeros mueren por el camino debido a las adversidades que se les presentan, y esa situación viene a estar narrada más menos y en resumidas cuentas de la siguiente forma: el compañero muere, Aillas y los otros lo entierran y se marchan. No hay más, no cuenta que Aillas sienta un gran pesar por perder a un valeroso compañero durante la búsqueda de su hijo ni nada en absoluto.
Si bien la prosa de Jack Vance en El jardín de Suldrun puede seguir en cuanto a estilo y forma la narrativa de los cuentos clásicos o de las leyendas medievales, éso no quita que esa simplicidad y la falta de profundidad en verdad constante sean importantes inconvenientes durante la lectura.
Otro caso que me ha venido a la mente es que hay un personaje que posee un carromato tirado por dos caballos bicéfalos y con patas de tigre (si bien éste detalle se da bastantes páginas más adelante de la primera vez que son mencionados), pues bien, no espere el lector a que Jack Vance cuente por ejemplo el lugar donde el personaje logró obtener a tan peculiares animales, o si éstos tienen una dieta o un comportamiento especial y diferente al de los caballos normales.
Hay ciertas cosas a lo largo de la historia que el autor da por sabidas, y en ocasiones da incluso la impresión de que más bien se está leyendo la primera versión escrita o el borrador de esta historia.
La prosa de Jack Vance podría resumirse de la siguiente manera: mucho decir nombres de lugares y sitios por los que pasan los personajes (otro defecto, algo que en los momentos en los que se da llega a ser pesado, como una guía de viajes que va indicando no mucho más que los nombres de los lugares que aparecen a lo largo del camino) y poco profundizar y dar detalles de los pensamientos y sensaciones de sus personajes.
Pero antes que nada aclarar: El jardín de Suldrun no es un pésimo libro de fantasía. Por cuanto se ha dicho antes por supuesto es mejorable, pero no malo.
Puede que Jack Vance no tenga término medio a la hora de dar detalles en la narración (o dice mucho o dice poco, como se ha venido diciendo), pero lo cierto es que tiene sus puntos de originalidad así como cosas y elementos que despiertan el interés y llaman la atención.
La historia de El jardín de Suldrun transcurre durante tiempos medievales en un archipiélago ficticio ubicado en el golfo de Vizcaya, en el que cohabitan diversos pueblos humanos junto con seres fantásticos mayormente feéricos como las hadas, los ogros y los trasgos, y muchos de los nombres presentados evocan a las leyendas del Ciclo Artúrico y la mitología celta (de hecho ésta es una de las culturas que habitan en las Islas Elder, y también existen conexiones entre la historia de este archipiélago y el legendario rey de los bretones).
Jack Vance ha mezclado de una manera francamente interesante y bien entretejida la fantasía de su propia cosecha con la historia de nuestro mundo y los elementos de las leyendas celtas y medievales, y ello se muestra al lector mediante una contextualización bien realizada de  a lo largo de la historia, agilizada en parte por la presentación sencilla (que no simple de la forma que he señalado antes) de algunos lugares, situaciones y personajes, y además de estar reforzada por una nota preliminar y los dos capítulos de glosario habidos al final del libro, sin olvidarnos del mapa de las Islas Elder y del árbol genealógico de los monarcas que gobernaron en ellas.
Así pues, el modo en que concluyen los acontecimientos, y más aún los enigmas e interrogantes que se plantean en el epílogo, atraen, despiertan la curiosidad del lector, y da una oportunidad para con el siguiente libro de la trilogía, aún con la posibilidad de que el estilo de Vance poco vaya a cambiar, y si he de dar algún tipo de veredicto sobre este clásico de la fantasía que he tenido ocasión de leer diría, sin intención de retractarme de esta opinión, que los lectores exigentes habéis quedado avisados y prevenidos.

lunes, 12 de septiembre de 2016

22. Zothique. El último continente, de Clark Ashton Smith

Datos del libro
- Género: fantasía, terror
- Editorial: Valdemar
- Año: 2011
- Precio: 23 euros
- Páginas: 317

Sobre el autor
Clark Ashton Smith nació en Long Valley (California, EEUU) en 1893 y falleció en 1961. Autor de numerosos relatos e historias en los que sus escenarios son mayormente continentes desaparecidos y lugares fantásticos fuera de lo común. Entre 1926 y 1937 Clark Ashton Smith publicó gran parte de sus historias y cuentos en las revistas pulp más conocidas de la época como por ejemplo Weird Tales, Wonder Stories, Strange Tales, etc. Con respecto a su obra, ésta es fundamentalmente de género fantástico y ciencia ficción, y caben destacar sus historias pertenecientes a los Mitos de Cthulhu, pero también escribió sus propios ciclos de relatos como fueron Averoigne, Hiperbórea, Marte y Zothique, entre otros. 

Sobre el libro: sinopsis y características

La presente edición (la última que ha sido publicada en España sobre esta obra) contiene las siguientes historias:
- Xeethra
- Nigromancia en Naat (Necromancy in Naat)
- El imperio de los nigromantes (The Empire of the Necromancers)
- El Señor de los cangrejos (The Master of the Crabs)
- La muerte de Ilalotha (The Death of Ilalotha)
- El tejedor de la cripta (The Weaver of the Vault)
- La brujería de Ulua (The Witchcraft of Ulua)
- El Dios carroñero (The Charnel God)
- El oscuro Eidolon (The Dark Eidolon)
- Morthylla 
- El abad negro de Puthuum (The Black Abbot of Puthuum)
- El engendro de la tumba (The Tomb-Spawn)
- El último jeroglífico (The Last Hieroglyph)
- La isla de los Torturadores (The Isle of the Torturers)
- El jardín de Adompha (The Garden of Adompha)
- El viaje del rey Euvoran (The Voyage of King Euvoran)

Éstas son todas y cada una de las historias que conforman el ciclo de Zothique. Cabe decir en su conjunto que tienen una narración sencilla pero también amena, con descripciones elaboradas, detalladas y precisas, que no sólo transmiten una buena idea sino que también contribuyen a trasladar al lector a esa atmósfera que impregna Zothique, el último continente, donde lo sobrenatural está en todas partes bajo la tenue luz de un sol moribundo. 
Se aprecian además influencias de autores como Lord Dunsany (así lo considero al menos) y, por supuesto, su amigo H.P. Lovecraft, en cuyo aclamado universo de horror cósmico sin duda puede insertarse el Ciclo de Zothique dada la presencia de elementos comunes. 
Mi única objeción es el final de unos pocos relatos (como el de "El viaje del rey Euvoran", por ejemplo), que resultan poco convincentes o a lo sumo podía esperarse otra cosa de ellos. 

Comentarios y conclusiones

El 3 de noviembre de 1953 , Clark Ashton Smith envió una carta al también escritor de fantasía y ciencia-ficción L. Sprague de Camp (1907 - 2000) en la que describió el mundo de Zothique de esta guisa:


"Zothique está sugerida de manera vaga por las teorías teosóficas acerca del pasado y el futuro de los continentes. Es el último continente habitado de la Tierra. Los continentes de nuestro ciclo presente se han hundido, hace tal vez evos. Algunos permanecen sumergidos, otros, han re-emergido, parcialmente y se han re-situado por si mismos. Zothique, como yo lo concibo, incluye Asia Menor, Arabia, Persia, la India, partes del norte y este de África, así como gran parte del archipiélago de Indonesia. Una nueva Australia existe en alguna parte al sur. Hacia el oeste, solo se conocen unas pocas islas, como Naat, en la que sobreviven caníbales negros. Hacia el norte, hay inmensos desiertos inexplorados, hacia el este un inmenso mar virgen. La gente es en su mayoría de descendencia aria o semítica, pero hay un reino negro (Ilcar) en el noroeste; y negros desperdigados por el resto de países, sobre todo en los harenes palaciegos. En las islas del sur, sobreviven vestigios de las etnias de Indonesia o Malasia. La ciencia y la maquinaria de nuestra civilización ha sido olvidada tiempo atrás, junto a nuestra presente religión. Pero hay muchos dioses que son adorados; y la hechicería y la demonología prevalecen de nuevo como en los días de la antigüedad. Los marineros solo emplean remos y velas. No hay armas de fuego –solo arcos, flechas, espadas, lanzas, etc. como en la antigüedad. El idioma hablado principalmente hablado (del cual tengo probados ejemplos en un drama no publicado) tiene bases en la raíz indoeuropea y desciende ampliamente del sánscrito, el griego y el latín."

Por otro lado, también vale la pena conocer lo que el autor Lin Carter (1930 - 1988) decía del  mundo creado por C. A. Smith que en esta reseña nos ocupa:

"C.A. Smith concibe Zothique como el último continente de la Tierra, en un futuro muy distante en el que el sol se ha oscurecido, el mundo ha envejecido y feroces mares han engullido el resto de los continentes. Las ciencias han sido olvidadas con el devenir de los siglos; las oscuras artes de la brujería y la magia han resurgido. El resultado es un mundo oscuro de misterios ancestrales donde reyes lujuriosos y depravados y héroes vagabundos exploran y viven aventuras en paisajes tenebrosos, luchando con fuerza y sabiduría contra poderosos nigromantes y dioses extraños, bajo un sol moribundo."


Mapa de Zothique de la mano de Lin Carter

Mapa de Zothique por G. R. Hager, incluida en la presente edición 
que nos trae  Valdemar.

Mapa que compara la ubicación de Zothique con los continentes actuales,
según lo descrito por C.A. Smith en su carta. Se desconoce el autor de este mapa.


La diversidad de subgéneros es algo que caracteriza a la literatura fantástica, sobre todo con el desarrollo que éstos han tenido en los últimos años y décadas. ¿En cuál de ellos situar el ciclo de Zothique de C.A. Smith (Klarkash-Ton para los amigos)?
Sé de gente que define Zothique como Espada y brujería, si bien ésto en mi opinión podría aplicarse a unos pocos relatos y no al ciclo entero. Por otro lado, decir que Zothique es Fantasía oscura no es incorrecto.
Lo cierto es que las historias del ciclo de Zothique no son sino un pilar fundamental de un subgénero de la fantasía que recibe el nombre de "la Tierra moribunda" (en inglés Dying Earth), el cual puede que a día de hoy no sea tan conocido como otros sub-géneros de la fantasía (lo que quizás, en mi opinión, haya llevado a catalogar el ciclo de Zothique como Espada y brujería o Fantasía oscura, pero, como ya he dicho; sin ser dichas calificaciones del todo incorrectas). 
Las historias de "la Tierra moribunda" transcurren por lo general en un futuro bastante lejano del planeta Tierra, en el que ésta es bastante irreconocible, en el que por unas u otras causas la humanidad ha retornado a una edad oscura, por lo que la tecnología avanzada que en otro tiempo poseyó se ha perdido, siendo ésta sustituida por todo tipo de magias y hechicerías. 
Tal es, en efecto, el caso de Zothique, un lugar alumbrado por un sol que con el paso de los milenios ha ido perdiendo su brillo e intensidad, encontrándose por tanto en un estado tan decadente como el de la misma Tierra, si bien por otro lado ésto tiene sus causas naturales ya que las estrellas (al igual que los planetas) tienen su fecha de caducidad. 
Con estas premisa, el lector se adentra pues en un mundo en el que habitan y pululan gentes de toda clase y condición, tales como mercenarios que cumplen obedientemente con las misiones que les han sido confiadas, reyes opulentos y viciosos, nigromantes siniestros y de ambiciones desmedidas o de grandes rencores, habitantes de ciudades que en mayor o menor medida se antojan imitaciones de las bíblicas Sodoma y Gomorra, viajeros que han de enfrentarse e intentar sobrevivir a peligros ignotos, o aventureros que se van de cabeza a hollar en lo desconocido.
Desde luego, no falta el componente sobrenatural, que en Zothique significa la presencia e intervención de toda clase de monstruos, demonios, espectros, súcubos, íncubos, lamias, razas de criaturas retorcidas y entidades misteriosas a la vez que terribles, sin pasar por alto los dioses que reciben culto a lo largo y ancho de Zothique, de los que algunos de ellos tienen a su servicio un clero siniestro y misterioso. 
Huelga añadir que desde luego todas estas gentes antes mencionadas participan del ambiente decadente que impera en esa última etapa de la Tierra, siendo una muestra de ello que muchos de los personajes se sienten más atraídos antes por la muerte que por la vida, y no necesariamente son nigromantes. 

Con todo ésto cabe concluir que el ciclo de Zothique es una obra referente y fundamental del subgénero de "la Tierra moribunda", un clásico de la fantasía oscura que merece ser conocido y leído. 

lunes, 11 de julio de 2016

21. Providence I. El miedo que acecha, de Alan Moore

Datos del libro
- Género: novela gráfica, misterio, terror 
- Editorial: Panini Cómics
- Año: 2015
- Precio: 18.95 euros 
- Páginas: 176

Sobre el autor
Alan Moore nació en Northampton (Inglaterra) el 18 de noviembre de 1953. Escritor y guionista de historietas, es famoso y alabado por muchos de sus trabajos, algunos de los cuales huelga decir que se han convertido en reconocidos iconos; tales como Watchmen, V de Vendetta o La liga de los hombres extraordinarios, siendo además algunas de ellas adaptadas al cine. También ha escrito historias basadas en el universo de la mitología de Lovecraft como Neonomicon.

Sobre el libro: sinopsis y características

Año 1919. Robert Black es un joven periodista del New York Herald con anhelo de convertirse en escritor. Ese paso lo dará definitivamente tras el suicidio de su amante, acontecimiento que le marca profundamente y que sin duda supone para él un antes y un después. Desde entonces, decide emprender una investigación, en base a la cual inspirarse para escribir su libro, que le lleva a indagar en materias sobre ocultismo, sectas y sucesos cada vez más extraños y fuera de lo común.

Una historia de argumento y estructura brillantes, productos de una notable planificación y un sobresaliente ingenio. El desarrollo es entretenido, ameno y ágil, tanto de los diálogos como de las líneas en las que Robert Black plasma sus pensamientos y reflexiones en las páginas de su diario o cuaderno de apuntes, con las que se finaliza cada capítulo. 
Y además, no menos importante es el dibujo, realizado por Jacen Burrows, del que cabe destacar, aparte de ser bastante bueno, el gran cuidado puesto en él y más aún los muchos detalles y elementos que se aprecian en cada una de las viñetas, elementos y detalles en los que vale la pena pararse un momento a contemplarlos y preguntarse qué significado o simbología pueden tener dentro del desarrollo de la historia. 

Comentarios y conclusiones

Son muchos los casos y ejemplos de escritores con un pasado en el mundo del periodismo, pasado que les sirvió de experiencia y de base previa para dar luego el salto al vasto mundo de la literatura. 
En el caso del protagonista de este libro, a la hora de llevar a cabo su investigación, Robert Black indaga, pregunta y entrevista como un periodista profesional, con la diferencia de que no recaba información para periódico alguno, sino para sí mismo, para su proyecto de escribir un libro. 
A este respecto, otra cosa que se aprecia mucho en este primer número de Providence es el proceso de formación del escritor. Como se ha dicho antes, cada capítulo finaliza con unas páginas del diario o cuaderno de notas de Robert Black, en las que él plasma y escribe sus pensamientos, ideas e impresiones en relación a los acontecimientos que se han venido sucediendo a lo largo de las viñetas del capítulo. Este acercamiento al protagonista, a su manera de pensar y de ver las cosas, no tiene desperdicio, resulta ser uno de los aspectos que sin duda más me ha gustado y me ha hecho pensar de este libro. El lector verá cómo en base a las personas que ha conocido y con las que ha hablado, las cosas que le han dado a conocer y la información que ha recabado, Robert Black escribe después sus impresiones y conclusiones de las que luego, progresivamente, va concibiendo las ideas para su libro. Huelga decir que son ideas bastante interesantes y que no dejarán indiferente al lector. 
Sin duda alguna, éstas páginas tan íntimas del protagonista son una parte vital e indispensable de la historia que nos cuenta Providence.

Ahora vayamos a lo bueno, a lo que es el pilar fundamental de esta obra: el universo lovecraftiano. Porque aquí no podemos hablar de una mera influencia ni mucho menos.
Cuando lo encontré en la librería, nada más ver su título asocié el libro a un nombre, a un autor y todo lo que éste implica: Lovecraft, en cuya lápida está escrito "I am Providence".



Ésta parte es la que sin duda más me dará de qué escribir y opinar al respecto. 
Para empezar, Lovecraft vivió en Nueva York, más concretamente en el barrio de Red Hook de Brooklyn, desde 1924 a 1927. 
Red Hook es  visitado por el protagonista de Providence con tal de entrevistar a un hombre de amplios conocimientos esotéricos, además de que el mismo sitio ha sido también escenario de un relato de Lovecraft (El horror de Red Hook).
Desde luego, si atendemos a las fechas, H.P. Lovecraft y Robert Black son indiscutiblemente contemporáneos, pero siguiendo atendiendo a la cronología: la historia de Providence transcurre en 1919, por lo que es bastante improbable que ambos lleguen a coincidir, si damos por supuesto que Lovecraft en verdad vive y existe dentro del universo de Providence. Por otro lado, en ese mismo año, Lovecraft publicó relatos como La transición de Juan Romero, La maldición que cayó sobre Sarnath y El testimonio de Randolph Carter, además de que por lo visto también comezó a escribir su Commonplace Book, un cuaderno de notas en el que apuntaba ideas para futuras historias. Sabiendo ésto, el lector puede considerar desde una nueva perspectiva la importancia y el papel que desempeña el cuaderno de notas de Robert Black en la historia de Providence
Dejando a un lado estas cavilaciones que he querido señalar, la obra de Lovecraft es omnipresente a lo largo y ancho de la obra de Alan Moore, por lo que, tal y como ya he referido antes, no se puede hablar de una mera y simple inspiración o influencia. 
Alan Moore en Providence hace del universo lovecraftiano su escenario y además lo reinventa.
Robert Black, en el transcurso de su investigación, es guiado por los personajes que se encuentra, sin saberlo y menos aún preverlo; a adentrarse en tal universo, un universo al que sus extraños sucesos atribuye o bien a sueños y pesadillas o a las acciones y vivencias de personas perturbadas que viven un tanto apartadas de la sociedad o de forma distinta al resto de la gente. Por supuesto, él lo ignora todo, por el momento no es capaz de imaginarse horrores de tal magnitud como los primigenios.
Sin embargo, buena parte de esas cosas están ocurriendo delante de sus narices, e incluso llega a entrar en contacto con ellas. Pero lo dicho, él no sabe nada y ni mucho menos lo llega a sospechar. Ésto es algo en lo que no me voy a extender más por precaución, no vaya a ser que se me escape algún spoiler accidentalmente.
En tal caso, el lector de Lovecraft reconocerá en las páginas y viñetas de Providence vastas referencias y alusiones a relatos e historias tales como La sombra sobre Innsmouth, Aire Frío, El Horror de Red Hook, El viejo terrible, El Horror de Dunwich, etc; y la forma en que éstas se presentan y van surgiendo es original e increíble, mantiene atrapado al lector.

Antes de ponerme a escribir esta reseña, leí unos cuantos comentarios e impresiones varias sobre Providence en internet. Algunos de ellos la calificaban como "El Watchmen del terror", y yo por mi parte no se me ocurriría contradecir tal calificativo ni por asomo.
En definitiva, esta primer número de Providence es magistral y promete mucho, las ganas de que se publique en España el siguiente no son pocas.
Providence I. El miedo que acecha es una obra altamente recomendable, imprescindible sobre todo para los asiduos literarios y los fieles de Lovecraft.

lunes, 13 de junio de 2016

20. Curiosidades de la Historia con el Ministerio del Tiempo, VVAA

Datos del libro:
- Género: ensayo
- Editorial: Espasa Libros
- Año: 2016
- Precio: 19,90 euros
- Páginas: 287

Sobre las autoras
Las autoras del presente libro son Patricia Álvarez Casal, Irene Godino Cueto, María del Carmen Herranz García, Laia San José Beltrán y Aroa Velasco Pirez. Entre otros trabajos que han realizado, cabe destacar la creación conjunta de la página web Historia 2.0, donde publican artículos con el propósito de difundir y divulgar la historia de forma amena y a un público amplio.

Sobre el libro: sinopsis y características

Acontecimientos y hechos destacados de las cuatro edades en las que se ha venido dividiendo la Historia de la humanidad, principalmente de España, pero también de otros países. Desde el hallazgo de la cueva de Altamira y sus pinturas rupestres, pasando por la leyenda de Tartessos, la presencia musulmana en la Península Ibérica, la verdadera historia de Barba Azul, la Peste Negra y la moda espiritista que hubo a fines del siglo XIX, hasta la Transición y los cambios y aperturas que ésta conllevó para la sociedad española;
siendo además algunas de las curiosidades narradas a lo largo de este libro ya referidas en la serie de televisión española El Ministerio del Tiempo.

De este libro sin lugar a dudas la amenidad es su virtud más destacada y sobresaliente. Ofrece una lectura sencilla, ágil y didáctica que en ningún momento resulta pesada, algo fundamental para una intención como es la de proporcionar una divulgación histórica de la que se procura que llegue a un público amplio.
En cuanto a defectos, en primer lugar señalar la ausencia de bibliografía (algo también importante e imprescindible cuando se divulga historia) y fallos menores tales como redundancias que pudieron solventarse con un mejor empleo de sinónimos.

Comentarios y conclusiones

La parte que sin lugar a dudas más me ha dado que pensar de este libro ha sido la introducción escrita por Javier Olivares (creador junto con su hermano Pablo de la serie El Ministerio del Tiempo). Ésta comienza con la siguiente frase, más que idónea para un libro como el que se nos presenta: "No hay conocimiento sin divulgación del mismo". En lo personal, dicha frase, así como el contenido de lo que leía a continuación; no tardé en ponerla en relación con algunas premisas y citas del filósofo Aristóteles tales como "Piensa como piensan los sabios, más habla como habla la gente sencilla" y "Todos los hombres por naturaleza desean saber". Tener conocimiento y además compartirlos con los semejantes es a mi parecer una de las bases fundamentales que hacen social al ser humano, el cual no se constituye de otra manera que mediante cuanto ha llegado a saber y conocer a lo largo de su vida.

A este respecto, Javier Olivares destaca en la introducción la virtud divulgativa de las integrantes de la página web Historia 2.0, algo que queda demostrado nuevamente con el presente libro.
También quisiera resaltar otra frase de la misma introducción, la cual dice: "Vivimos en una era de comunicación. Y lo que no se comunica, no existe."
En efecto, podemos considerar que en un tiempo como éste en el que gracias a los avances tecnológicos la información nos llega de forma casi inmediata, la divulgación y la forma adecuada de la misma adquiere entonces un valor considerable, vital incluso.
En lo que a la Historia se refiere, la serie de televisión El Ministerio del Tiempo ha hecho méritos muy importantes para con su divulgación y acercamiento al público, suponiendo un fenómeno que no hay que ignorar ni dejar pasar por alto.
El presente libro ha nacido de ese mismo fenómeno, pero a su vez lo alimenta y contribuye a su crecimiento, habiendo una singular simbiosis entre un formato audiovisual y uno literario que acerca la Historia a un público variado y le enseña además que no todo son nombres, batallitas y fechas.

martes, 2 de febrero de 2016

Una cita este día

"Sabio en verdad/ es el viajero/ que se mueve por el mundo./ El puede intuir/ el ánimo imperante/ por ser sensato y cuerdo."

Anónimo, Hávámal (en torno al s. IX d.C.)

19. Territorio Vikingo, de Manuel Velasco

Datos del libro
- Género: Narrativa de viajes
- Editorial: Nowtilus, colección "El viajero intrépido"
- Año: 2012
- Precio: 18.95 euros
- Páginas: 368

Sobre el autor
Manuel Velasco Laguna nació en Ciudad Real en 1955 y actualmente está afincado en Madrid. Es fotógrafo y escritor. Sus trabajos giran en torno a un tema principal: los vikingos y el mundo nórdico.  Su labor como divulgador de la cultura e historia nórdica es bastante reconocida, no sólo en España sino también en los mismos países nórdicos. De sus obras destacan Breve historia de los vikingos, Breve historia de los celtas, La Saga de Yago, Finlandia (Suomi para los amigos), entre otros. También dirige varios blogs: El camino del Norte, La Memoria del Viento, Triskel - Tierra celta y Territorio Vikingo.

Sinopsis y características
Los países que recorre el autor en el presente libro tienen en común un elemento fundamental en su pasado histórico: el haber sido territorios pisados por los vikingos. Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Irlanda, Gran Bretaña, Francia (concretamente la región de Normandía). De todos ellos, el autor nos habla no sólo de sus recorridos, estancias y experiencias personales sino también sobre la historia, arqueología, festividades de recreación histórica, monumentos, museos, tradiciones, leyendas, mitos, costumbres, gastronomía, idiomas, naturaleza y demás de los mencionados países.

Todo ésto con una narrativa sencilla, amena, didáctica y esclarecedora, así como un empleo de bastantes imágenes y fotografías que hacen muy ilustrativo a este libro. Además, la descripción de los viajes e itinerarios emprendidos es bastante detallada, pudiendo llegar a servir de guía llegada la ocasión.
El único defecto que tiene es la presencia de unas cuantas erratas, no muy graves, propias del despiste y descuido que haya podido tener el autor o en última instancia la editorial, por lo que para una futura re-edición sería aconsejable una revisión del texto.

Comentarios y conclusiones
Aparte de desmentir tópicos y falacias que se tienen de los vikingos y mostrar una imagen más clara de esta cultura que vivió su apogeo en la Edad Media (un período que no era tan oscuro como muchos piensan), también nos enseña muchas cosas interesantes y que desde luego han captado mi atención durante la lectura. Una de ellas ha sido el hecho de que, tal y como nos cuenta Territorio Vikingo, los nórdicos de ahora aprecian mucho su historia y su pasado, siendo muestra de ello la notoriedad que por lo visto tienen los grupos y festivales de recreación histórica habidos en los países nórdicos. Ante todo, ésto va unido y condicionado a una forma distinta de pensar no sólo en lo cultural y social sino también en lo político.
Son países que a fin de cuentas han tenido sus propias circunstancias y condiciones. Algo así a lo que dijo Ortega y Gasset de "Yo soy yo y mis circunstancias",
Para todos aquellos interesados en un futuro en visitar estos países, pero que además quieren hacerlo con un conocimiento previo de ellos (ir preparado sabiendo a donde se va y no llevarse sorpresas), Territorio Vikingo de Manuel Velasco es su libro.